lunes, 21 de marzo de 2011

Cierra los ojos, Toca mi cuerpo.

Para los que me conozcáis y los que seguís mi blog, quiero explicar la forma de soñar que tenemos las personas ciegas y deficientes visuales, ya que, por lo general, las personas videntes, tenéis muchos prejuicios y nos ponéis muchas barreras que en el siglo en el que estamos, parece que las personas videntes lo escondéis como si de un pecado se tratara. ¡Vamos al grano! De pequeño al ser ciego de nacimiento, lo primero que empiezo a desarrollar es el cerebro, y después los demás sentidos, a excepción de la vista.
Mis primeras sensaciones se ven en la realidad, cuando más de una vez, iba con mis padres, y en cierta ocasión con amigos videntes, a los parques de atracciones. He podido saborear la bajada en la montaña rusa, y todo aquello que sea emocionante y vertiginoso, para plasmarlo en la cama cuando estoy profundamente dormido y con la radio medio puesta
He tenido la experiencia de la voz de un hombre, muy cálida y sensual, y lo que mas me impactó era su abrazo y de manera constante, me tocaba alrededor de mi cuerpo, seduciendo que hay un cariño electrizante con una estupenda forma de cuando alguien te está susurrando y cantando al oído. Todo esto, (a excepción de las imágenes) las personas ciegas soñamos con sensaciones, movimientos y sobre todo, cuando alguien toca tu cuerpo, así como, cuando me acuesto todos los días en la cama y con la radio baja, lo tengo en mi mente, como si de una realidad se tratara.
También las personas sin vista, tenemos sueños negativos: que yo recuerde, mis padres cuando me llevaron a un montón de consultas médicas para ver el tema de la vista, en cuanto a posibilidades de ver o no, ha habido ocasiones que cuando me voy a la cama, a los pocos momentos de coger el primer sueño, estoy en un sin vivir que no se si estoy en mi casa o en el Hospital de Barraquer en Barcelona, en la sala de espera, transcurría una cierta incertidumbre, balanceaba mi cuerpo, me mordía las uñas, lloraba, porque, me han llevado engañado mis padres a dicha consulta, ya que, me sentía feliz sin la vista. A los pocos minutos de estar en la sala de espera, una enfermera nos nombró diciendo: “Armando Castellanos”.  Nos dirigimos a la consulta del doctor, lo primero que me hicieron fue pincharme en el ojo, hacerme pruebas, etc.
Luego me acuerdo de otro médico llamado Doctor Ridruejo, (También en Barcelona) me ató con una sábana, y más pruebas, de aquélla tenia 3 años.
Estando en la cama, desperté sobresaltado, jurando a mis padres y sobre todo diciendo que “soy más feliz siendo ciego que muchos de los que tenéis vista”.
Con esto quiero decir, los videntes por lo general, no tenéis una mínima cultura de las personas con discapacidad, ni de los ciegos en particular.
Mi reflexión final es: el ser ciego no es ningún pecado, también aportamos a la sociedad todo tipo de experiencias, para que conozcais como soñamos, como pensamos, y muy importante: una cosa es ser ciego, y otra ser gilipoyas.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado saber como sueñas, es algo que si, nos podemos preguntar como es, esos sueños pueden ser exactamente igual que los de los videntes, en que se diferencian?, en la forma?. Pero los sueños, sueños son. Me ha gustado tu entrada

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  2. Recuerdas cosas de muy pequeño. Yo de esa época no me acuerdo de nada… y menos soñarlo. :-)

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