lunes, 7 de marzo de 2011

Destreza

Volviendo a la niñez, los primeros días que ingresé en el colegio para ciegos en Pontevedra, la profesora que nos enseñaba el método Braille, para tener destreza en el tacto, uno de los juegos que nos ponía era distinguir diferentes texturas. Consistía en un tablero con fichas de diferentes formas geométricas, combinando tamaño para colocarlas en el lugar correspondiente. Lo más difícil para una persona ciega de nacimiento, es el concepto de imagen espacial, para ello, desde pequeño, nos teníamos que conformar con el resto de los sentidos. Por aquella época, como dije en uno de mis artículos, al ingresar en un colegio como el de Pontevedra, u otro de la ONCE, siendo niño todos los días me puse a llorar echando de menos a mis padres, aunque, con el paso de los años que estuve interno hasta el año 1977, me di cuenta que era un bien a la hora de tener una educación básica, hasta que al final, no quise seguir en ningún colegio de la ONCE. Hablaré en mi próximo artículo de cómo he llegado a estudiar en un centro con personas no ciegas.Yo fui el primero en “romper el hielo” en estudiar en la enseñanza, tales como el Colegio que está ubicado en Madrid, en el Paseo de la Habana. En ese colegio cuyo nombre era en aquél entonces Inmaculada Concepción, que tenías que entrar a partir de los 13 años, integrada, aunque tuve mis mayores dificultades que si estudias en un centro especializado para ciegos.  En mi experiencia, contaré las dos caras sobre si estudiar en un colegio de ciegos sí, o en integrada no aquí, hay división de opiniones.

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