viernes, 4 de marzo de 2011

Odisea

Cuando yo era pequeño, al ser ciego, mis padres me explicaron los colores, ya que, al no ver las características de los mismos, tuvieron que recurrir a muchas teorías, tales como: el color azul representa el mar y los días que tiene mayor intensidad del sol. El negro representa la tristeza, la muerte con el luto, los días nublados.
A medida que mis padres y todos los amigos de mi alrededor me explicaron los colores, yo compuse asociaciones de ideas, que vosotros los que seguís en mi blog os costaría trabajo entender, puesto que todavía el mundo de la ceguera es muy desconocido.
Para mí, el color azul, lo asociaría cuando oyes la música del famoso Danubio Azul, donde se observa el fluir de las olas de forma constante representando una especie de balancín que te acurruca y adormece hasta que en tu cuepo notas su sonido y colorido de la música. El azul, por último, lo asocio también cuando vas en el coche de viaje, que se cruza desde mi punto de vista con el verde del eucalipto del norte de España, donde yo veo la musicalidad de las curvas cuando subes o bajas el Desfiladero de los Bellos, que, (perdón por mi igorancia geográfica está en Asturias).
Mis recuerdos vienen a mi cabeza constantemnte, tales como: el aire puro del campo en lo alto de la montaña, que evoca la música clásica de Juan Sebastian Bach, el Romanticismo que, para mí, resulta muy inteesante como dije líneas arriba, mencionando El Lago de los Cisnes.
El que lea mi blog, se sorprenderá de cómo un persona ciega de nacimiento imagina el mundo. Hasta otra ocasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario